Pastoral Juvenil Vocacional

El leprocomio de Nigua pertenece al Gobierno dominicano. Pero son las Hermanas Mercedarias de la Caridad las que lo regentan desde hace más de cincuenta años.

Aunque tienen personal sanitario suficiente, las infraestructuras en las que viven los enfermos de lepra son inhumanas, si bien la finca es de unas proporciones inmensas.

Las hermanas han recurrido muchas veces al gobierno para que estas infraestructuras puedan ser renovadas. Pero el país no tiene fondos. La última vez que yo estuve allí, soy la Superiora general de esta Congregación, las hermanas me decían llorando que no podían más, que no podían seguir viendo las casitas en las que están los leprosos sin sufrir un verdadero martirio del corazón.

Pude comprobar que, efectivamente, era así. Y les prometí que en esta navidad, todas las hermanas y comunidades, en la medida de nuestras posibilidades, les íbamos a ayudar.

Ahora lanzo un grito a toda la gente de buena voluntad que quiera ayudarnos a construir unas casitas dignas para los leprosos de Nigua. Tengo la certeza de que la gente es solidaria y que ante la llamada de los pobres el corazón humano es vulnerable al amor y a la justicia.

¿Queréis ayudarnos y ayudar a los leprosos? Os garantizo que la recompensa será eterna.

Pues ya lo dijo el Señor: Venid benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo, porque tuve hambre y me distéis de comer, tuve sed y me distéis de beber...(Mt 25, 34-35)

En esta navidad, ayúdanos a construir unas casitas dignas para los leprosos de Nigua, República Dominicana...

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